La paz: este es el aspecto más evidente que la gente percibió en el Papa Juan XXIII. Angelo Roncalli era un hombre capaz de transmitir paz: una natural, serena, cordial, una paz que con su elección al Pontificado se manifestó a todo el mundo y recibió el nombre de bondad. Es un Padre. Un sacerdote con bondad. Indudablemente este fue un rasgo distintivo de su personalidad (3-6-2013).