En el Evangelio de San Lucas (13, 34 -35) se lee la lamentación de Jesús sobre la ciudad. «Jerusalén,Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían». Es una imagen de ternura: «Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no habéis querido». Como si dijese: «Cuántas veces he querido hacerte sentir está ternura, este amor, como la gallina con sus polluelos, y vosotros lo habéis rechazado … «. El más malo, el más blasfemo, es amado por Dios con una ternura de padre, de papá. Dios, el Poderoso, el Creador, lo puedo hacer todo; sin embargo, Dios llora y en esas lágrimas está todo su amor (29 -10- 2015)