Las lecturas hablan a menudo de destrucción, de final, de calamidad. El Señor nos aconseja dos cosas. Es diferente vivir en el momento y vivir en el tiempo. El cristiano es aquel que sabe vivir en el momento y sabe vivir en el tiempo. Tal vez nosotros podamos sentirnos dueños del momento. El engaño es creernos dueños del tiempo. El tiempo no es nuestro. Del tiempo existe solo un soberano: Jesucristo: No os dejéis engañar en la confusión. El cristiano sabe esperar al Señor en cada momento; pero espera en el Señor al final de los tiempos (26-11-2013).