¿Hasta cuándo hay que esperar? Hasta que alcanzan su plenitud de los tiempos de los gentiles. En tiempos del profeta Daniel no se podía hablar de religión: los signos religiosos se quitaban y era necesario obedecer las órdenes que venían de los poderes mundanos. Cuando los tiempos de los paganos se cumplen, levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación. En efecto, el triunfo, la victoria de Jesucristo es llevar la creación al Padre en el final de los tiempos.