Las Sagradas Escrituras en el testimonio escrito de la palabra divina, el memorial canónico que atestigua el acontecimiento de la Revelación. La Palabra de Dios, por lo tanto, precede y excede a la Biblia. Por eso nuestra fe no tiene en el centro solo un libro, sino una historia de salvación y sobre todo a una Persona, Jesucristo Palabra de Dios hecha carne (12-4-2013).