-El Rincón de la Palabra de hoy nos lleva al segundo Domingo de Cuaresma. Estamos ante una de las lecturas más metafóricas que existen: la Transfiguración de Jesús. Sin embargo, apunta, a su vez, a tres reflexiones que nos pueden ayudar en nuestra vida cotidiana.
1.”Señor, qué bueno es que estemos aquí” le dice Pedro a Jesús. Qué bueno es estar con las personas, con nuestras amistades, iaios, familiares… cuántas veces olvidamos que las personas somos lo que somos porque nos han querido y acogido. Colocar, interponer barreras entre las personas lleva a un estrepitoso fracaso. El amor es la mayor inversión que existe y existirá. Somos seres necesitados y anhelantes de amor.
2.”Este es mi Hijo amado, escuchadle”. Dios habla de la importancia de la ESCUCHA. ¿Escucháis cuando se os habla? ¿Atendeis a las personas cuando requieren vuestra ayuda y presencia? ¿Escucháis las necesidades de vuestros seres queridos? La escucha es uno de los mayores síntomas de humanidad y progreso moral. Sin ella no seríamos nada, pero hoy nos cuesta horrores escuchar a la persona que tenemos al lado.
3.”Levantaos, no temáis”. Esta expresión nos lleva a que analicemos cuáles son nuestros miedos, nuestros temores. ¿Los tenéis señalados? ¿Sabéis cuáles son? Jesús nos invita a través de la fuerza del amor y del servicio a que los venzamos. Se puede hacer. El amor tiene un poder transformador infinito, puede cambiar cualquier situación que nos afecte y nos haga daño.
-Aprovechemos, pues, estas tres enseñanzas para vivir la Cuaresma con cercanía a las personas que nos quieren y rodean. ÁNIMO.